Watchland

Manteniéndose fiel a sus raíces, Franck Muller Genève se establece en el mismo pueblo donde Franck comenzó su actividad en 1983, es decir, Genthod, en la campiña vecina de Ginebra. Sólo que esta vez, fue una mansión construida en 1905 la que se restauró para convertirse, en pocos meses, en la maravillosa sede de esta prometedora marca.

La casa Franck Muller encontró en este entorno encantador y poético la inspiración que impulsaría sus creaciones. La extrema serenidad y tranquilidad de este entorno reflejan la búsqueda de la armonía y la perfección a la que aspiran los creadores. Los clásicos jardines en terrazas de la finca, su impresionante vista del lago Léman y del Mont-Blanc, son los elementos, y muchos más, que hacen de este lugar uno absolutamente único. 

Es en este ambiente elegante y acogedor donde se diseñan y fabrican los relojes Franck Muller. En respuesta al creciente éxito experimentado por la marca, se construyen dos edificios adicionales del mismo estilo en el año 2000. En 2019, la casa inaugura dos nuevos edificios de 16000m que permiten a la fábrica repatriar a su equipo encargado de la fabricación de componentes relojeros. Esta gran expansión arquitectónica representa la continuidad y el refuerzo. Al igual que en sus inicios, una de las principales prioridades de la marca es seguir siendo independiente.

 

Independencia de la creación, de la innovación, de la estrategia, la marca se enorgullece de utilizar todos los medios para responder a un único criterio: la creación de relojes excepcionales.

Watchland, este concepto único de relojería, nos permite concentrar en una misma propiedad todas las diferentes etapas de la fabricación de un reloj: concepción, relojería, montaje, fabricación de cajas, grabado, departamento de posventa, etc.

El grupo Franck Muller también cuenta con varios centros de producción en el Arco del Jura, como la fabricación de esferas y el estampado de cajas, que luego se entregan a Watchland para su acabado y montaje final. Franck Muller es una de las pocas marcas que fabrica también el 100% de sus cajas y esferas.

Abierto al público con cita previa, acuden visitantes de todo el mundo. Para Franck Muller, la apertura del sitio de Watchland es una forma de rendir homenaje a los artesanos que perpetúan la gran tradición relojera, a la vez que comparte su pasión con quienes ya aprecian la alta relojería o quieren aprender sobre ella.

 

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